8 feb 2011

La antigua Fábrica de Sargadelos

En el mes de Febrero del 2011 estuve dando una vuelta por la Antigua fábrica de Sargadelos. Recorrí, en un día maravilloso, los restos de la Fundición, el Paseo de los Enamorados, a Fonte da Tella, y el Pazo del fundador de la fábrica. Se llamaba Don Antonio Raimundo IBAÑEZ y nació en los Oscos en 1749. Se dedicó a varios negocios, pero su principal logro fue la Fábrica de Sargadelos en la que invirtió gran parte de su capital. Comenzó siendo una herrería, para acabar siendo la industria más importante del reino de Galicia en el siglo XIX. En principio fue el párroco da Rua, junto con un juez, quienes le dieron permiso, (en aquella época eran ellos quienes partían el bacalao y ponían el cazo), para situar la fábrica en la feligresía da Rúa. Sin embargo, Ibañez, tuvo grandes problemas con el cabildo de Mondoñedo, que quería tajada, para llevar a cabo su proyecto. Será Manuel Godoy (del que el Ilustrado Ibañez, era amigo) quien le dió permiso para seguir adelante con sus proyectos. La fábrica acabaría siendo construida en la Feligresía de Santiago de Sargadelos. Para ponerla en funcionamiento, la fundición necesitaba grandes cantidades de madera, (lo cual sería fuente de graves conflictos con los vecinos), por lo que Ibañez compró grandes extensiones de monte, que todavía se conocen con el nombre de Fragas de Sargadelos. De ese modo, se podían alimentar los grandes hornos en los que, en principio, se fundieron minerales para muchos lugares de Asturias, la Mariña Lucense, y, otros lugares del país. En sus inicios, por tanto, la fábrica era famosa por su potas, ollas de hierro, etc. Incluso llegó a construir cañones. Poco a poco, el lugar se convirtió en una auténtica aldea, ya que, cerca de la fábrica, había una capilla, casas para los obreros que formaban calle, y, un buen mesón para comer.
Pero las cosas comenzaron a ir mal. El rencor de los vecinos hacia Ibañez (más adelante daré mi opinión sobre lo que creo que fueron las razones que explican este odio) fue en aumento. El 30 de abril de 1798, los paisanos de 17 parroquias se presentaron violentamente ante la fábrica de Sargadelos. El conocido como Motín de Sargadelos desembocó en el asalto e incendio del complejo siderúrgico. Unas 4000 personas asaltan las fábricas, superando la resistencia de los 30 soldados que las protegían y causando importantes destrozos, llegando a quemar la casa de Ibáñez, el cual se salvó porque estaba fuera. Hubo algún muerto en el enfrentamiento lo que no hizo otra cosa que aumentar el odio, aunque, transitoriamente, las cosas acabaron por calmarse...aunque pasajeramente. Como veremos, más tarde, en 1809, coincidiendo con la expulsión de los franceses, Ibañez será asesinado en Viveiro (Lugo) arrastrado por caballos, al ser acusado de afrancesado.
Despues del motín de 1798, Ibañez, siguió adelante con sus proyectos. En 1804 funda una Fábrica de Loza , por lo que hoy en día se conoce la fábrica. Estaba junto a la fábrica de fundición. La fábrica de loza, imitaba la loza de Bristol y estaba compuesta de una casa con dos patios, hornos, oficinas y un molino. También había máquinas para romper el pedernal y para moler los barnices. Trabajaban allí unos 100 obreros. Para que pudiese funcionar mejor, Ibañez, tuvo que hacer subir el nivel de río de Rúa unos 15 pies de altura. Construyó una inclusa para conducir el agua a la fábrica de fundición y a los molinos en donde se trabajaba la loza. También construyó un canal con 16 compuertas que llevaba el agua necesaria para dar movimiento a la rueda hidráulica que movía 6 molinos. Más tarde, incluso, se construyeron otros 6, más abajo, y, que no sólo servían para la fábrica sino también para moler harina. Antes de morir, Ibañez, proyectaba otra fábrica de botellas y vídrios, pero su trágica muerte le sorprendió antes de llevar a cabo su proyecto.
Al declararse la Guerra de la Independencia, el Sr. Ibañez, estaba en Ribadeo. No es cierto que colaborase con los franceses pues, según parece, regaló caballos y equipó soldados por su cuenta para luchar contra los franceses. Facilitó trigo a las tropas españolas y puso al servicio de la nación a dos de sus hijos. También ofreció su fábrica a la Junta de Gobierno. De todas modos, debía sentir simpatía por las ideas de la Ilustración y la Revolución francesa y, sin duda, debió llevar a cabo una gran lucha interna. Tenía amistades entre muchos franceses y, de hecho, parece que se movió para salvar la vida del Edecan del Principe Murat prisionero en el castillo de San Damián. Todo ello implicó que muchos miembros de la iglesia y de la rancia nobleza galega y, también, de algunos paisanos, que ya le tenían odio y rencor por todo lo pasado, lo tacharan de afrancesado. En 1809, los franceses invaden Ribadeo y cometen toda clase de tropelías. Ibañez no quiso mantener ningún tipo de contacto con los invasores; pero ya estaba juzgado de antemano. El pueblo le consideraba un afrancesado, acusándole tener en su casa a la mujer de Godoy y, además, de que, en su fábrica, se hacían cadenas para conducir presos españoles a Francia. Aunque parece que nada de esto era cierto; las acusaciones encontraron eco entre el pueblo. Cuando los franceses son expulsados de Ribadeo, el pueblo sacó a relucir su ira acusando a la Junta de Gobierno de la ciudad como afrancesada. Los acusaban de haber salvado la vida del Edecan francés. Asaltaron el castillo de San Damián, desmontaron su piezas y las arrojaron al mar. Despues dirigieron sus iras hacia la casa de Ibañez, el cual huyó a Sargadelos, al comprender que su vida estaba en peligro; pero fue alcanzado por un grupo de labregos airados que le asesinaron brutalmente. Además, lo despojaron de sus ropas y le robaron 40 mil reales que llevaba encima. Despues asaltaron y saquearon su vivienda, prendiéndole fuego. Parece que también maltrataron a la viuda e hijas.Una de ellas, perdería la razón.
¿Dónde fue asesinado Ibañez?
Sigue siendo un misterio. Algunos hablan de Dompiñor (cerca de Ribadeo). Otros citan a Vivero. En su Historia de Vivero, Donapetry, afirma lo siguiente: Al enterarse los Monjes, de San Francisco de Vivero, del asesinato de Ibañez…salieron en dirección a Cantarrana, para recoger el cadáver que condujeron al convento en donde le dieron sepultura.
¿Cuales fueron las razones del linchamiento de Ibañez?
Me permito exponer mi humilde opinión al respecto.
A) Ibañez representaba la modernidad frente a la tradición.
B) La tradición puede ser reaccionaria y progresista. Cuando se intenta mantener lo bueno del pasado, es progresista, cuando es rancia, oscurantista y supersticiosa, es reaccionaria.
C) La tradición reaccionaria, es decir, rancia y oscurantista, no estaba representada por el campesinado galego de aquella epoca, sino por la nobleza y el poder eclesiástico que intentan manipular y dirigir la mente del pueblo. Me los imagino echando pestes sobre el demonio del progreso, representado por la fábrica de Sargadelos, así como augurando todo tipo de desastres y males, para, de esa forma, aumentar los miedos y temores de las pobres gentes....Cuando lo cierto es que veían peligrar sus privilegios.
D) Ibañez no era ningún santo sino un comerciante avispado que quiso prosperar y vivir todo lo mejor posible. Creo que no supo comprender al pueblo llano y aliarse con él. Si en lugar de dedicarse a comprar sus propios montes, y, hacerse con la propiedad de lugares que los paisanos consideraban como "comunes", negociara y confraternizara con los aldeanos para insertarlos en un proyecto común, entonces el marqués sería querido y respetado. El pueblo haría "suya" la fábrica y "suyos" los proyectos del marqués....Pero no pudo ser y el distanciamiento y el odio entre las dos partes no hizo más que crecer.... No debe olvidarse que la fábrica de Sargadelos utilizaba carbón vegetal como combustible en la forjas; lo que implicaba un gran consumo de madera en los hornos de fundición. El aumento del consumo de madera provocó un agotamiento de la leña de los montes. El conflicto estaba servido....A pesar de todo, el visionario Ibañez se dio cuenta de que se estaba aproximando el fín del ciclo de la leña para surtir las fundiciones. En 1800, afirmó que había que sustituir la leña por carbón. Decía: "los montes se están degradando con rapidez y su ruina será total en pocos años si a este mal no se viene pronto a poner remedio. ¿Y que remedio poner? Pues el remedio de la sustitución de la leña por el fósil. Es el único eficaz que cabe hacer".
Muchos afirman que, de no haber muerto Ibañez, Sargadelos, podría haber cambiado el ciclo de la leña por el ciclo del carbón, con lo que podría haber surgido en Galicia un centro competitivo con el sistema inglés de obtención de acero, algo que acabaría imponiéndose a lo largo del siglo XIX.
F)Los hidalgos y nobles de la época manipularon a los agricultores y artesanos, tanto en relación al problema de la madera, como por el miedo a que los agricultores abandonaran las tierras para dedicarse a la fábrica o a acarrear madera.
G)La invasión francesa fue la gota que colmó el vaso. Si a los rencores que existían ante Ibañez, le añadimos voces interesabas que se dedicaron a proclamar por doquier que el marqués era un afrancesado, no es de extrañar que la locura colectiva reaccionara de la forma en que lo hizo....De todos, modos, estoy seguro que más de una mano negra estaba detrás de ese acontecimiento. Resulta extraño que no se citen nombres concretos de personas que debieron estar al frente del tumulto y que, sin duda, eran conocidos y que, a su vez, debieron seguir las órdenes de otros...¿Pacto de silencio?... Posiblemente. Despues todo se resolvió afirmando que estamos ante un hecho "oscuro"...
H) Los ingleses (aunque no creo que estén detrás del levantamiento labrego) también se alegraron de la muerte de Ibañez, ya que veían en esta fábrica a un importante competidor.
Al Sr Ibañez le sucedió, al frente de la fábrica, su hijo José Ibañez Acebedo. Siguió fabricando municiones para aprovisionar al ejército español. En esos años, la fábrica estuvo tan militarizada que, en la dirección de la misma, había un teniente del ejército.
La fábrica de loza también siguió adelante. En su primera época (1808-1829) la loza era fina de tipo inglés, así como con relieves y figurillas de loza, en blanco, y, sin decoración alguna. De esta época es el relieve que presenta la defensa del parque de Monteleón en Madrid y que el dueño de la fábrica dedicó a Fernando VII. Otros relieves estaban dedicados a los héroes de la independencia; asi como esculturas de porcelana, que estaban en el jardín de Sagardelos, y que imitaban a personajes célebres de la antigüedad.
A partir de 1835, Ibañez hijo se asoció con un sevillano para fabricar loza fina, aunque bajo la dirección de un técnico francés. En esta 2ª época destacan, sobre todo, unas curiosas lamparillas en forma de castillo, en loza blanca. Ibañez hijo murió poco despues, por lo que la fábrica estuvo cerrada durante un tiempo.
Más tarde, se hizo cargo de las fábricas la viuda del hijo de Ibañez. En esta época arrendó las fundiciones y la fabrica de loza, por espacio de 15 años, a unos capitalistas galegos, que dieron gran impulso a las mismas, compitiendo, incluso, con el extranjero. Ensancharon los talleres, reemplazaron las ruedas hidráulicas de madera por unas de hierro. La fábrica de loza se hizo casi de nuevo, se edificaron casas, se trazaron hermosos paseos (de esta época es el Paseo de los Enamorados).
Desde 1845 a 1862 se inicia la 3ª época de la fábrica de loza, dirigida, en este caso, por un inglés. Alcanza su mayor esplendor. Se hacen lozas estampadas en azul Cantón chino, aves del paraíso, macacos sentados, botellas que figuran vírgenes. Incluso los reyes valoraban las vajillas de Sargadelos.
Cuando expiró el contrato que tenían establecido con la familia Ibañez, la sociedad contratante se negó a entregarlas inmeditamente, originándose un pleito entre ellos. Hoy, en día, Isaac Pardo, en la fábrica actual, creo que también anda de pleitos. Parece como si el conflicto y la polémica debe acompañar siempre a la Fábrica de Sargadelos. Al final del pleito, en el XIX, la fábrica reanudó sus tareas a las órdenes del nieto del Sr Ibañez. Se siguieron fabricando lozas semejantes a las del período anterior. Pero las cosas no marchan bien, lo que hizo que la fábrica se cierre en 1875. Estará cerrada durante muchísimos años, ya que no se abrirá, de nuevo, hasta el Siglo XX. Pero de esta historia ya no hablo aquí.
Durante los años en que la Fábrica estuvo cerrada, la ruina se adueñó de todo. Fueron taladas las alamedas, destrozadas las estatuas de los jardines, vendidas las máquinas, demolidos los hornos y los edificios. ¡Unha desfeita! que, más tarde, se intenta siempre paliar a base de parches y de lamentos. Solamente quedaron en pie la presa y el canal, restos de un horno, grupos de casas, la casa del peso, un molino y un mesón. El edificio de la Administración fue convertida en el Auxilio social, que reunía allí, en los veranos, a niños de campamento de la OJE....De eso aún me acuerdo....En fín....¡Vanitas, vanitatis!