4 oct 2011

Vía Verde del Pas 1 (Ontaneda-Puente Viesgo)

Los días 30 de Septiembre y 1 de Octubre del 2011 he llevado a cabo una ruta en bicicleta por la denominada como Vía Verde del Pas. La ruta consta de unos 34 kilómetros y discurre por la antigua vía ferrea que unía a las poblaciones de Ontaneda y El Astillero, pertenecientes a la Comunidad de Cantabria. Ya os adelanto que, a pesar de algunos contras, presentes en la ruta, y, a los cuales haré referencia más adelante, la Vía Verde del Pas es una auténtica maravilla.
El día 3o de Septiembre salgo de Ferrol en dirección a San Vicente de Toranzo, localidad pegadita a Ontaneda. En San Vicente he reservado una habitación en la denominada como Posada del Pas. A todo el que quiera llevar a cabo esta Vía Verde, le recomiento esta Posada, pues la Vía pasa justo por detrás del Hotel y podemos acceder directamente a ella, bajando por un caminito situado detrás del mismo.
Llego a mi destino, despues de un largo viaje, sobre las 4 de la tarde. Hace un día maravilloso. Tengo mis dudas sobre el recorrido. En principio, había decidido hacer la Vía Verde del Pas durante todo el día del Sabado, con ida y vuelta. Serían unos 68 kilómetros. Al final, tomo una opción de la que no me arrepiento. Decido dividir la ruta en dos partes, también con ida y vuelta. La primera parte, la llevaré a cabo en la tarde del mismo viernes, día 30. Decido ir desde Ontaneda hasta Puente Viesgo. Es la parte que describo aquí como Vía Verde del Pas 1 (Ontaneda-Puente Viesgo). Al día siguiente, 1 de octubre, subiré la bicicleta en mi portabicis Thule y me acercaré en coche hasta Puente Viesgo. Desde allí iniciaré la segunda parte de este maravilloso recorrido, (también con ida y vuelta) que me llevara desde Puente Viesgo a El Astillero. La denominaré como Vía Verde del Pas 2 (Puente Viesgo-El Astillero), y la describiré en otro momento.
Paso, ahora, a describir el recorrido de la Primera Parte de la Vía Verde del Pas (Ontaneda-Puente Viesgo). Como dije al principio, existe un caminito trás la Posada del Pas, en donde me alojo, que permite acceder directamente a la Vía Verde. Accedo a una pequeña carretera asfaltda y me dirijo en bicicleta hacia la antigua Estación de Ferrocarril de Ontaneda, pues quiero iniciar la ruta desde ese punto. La estación está dedicada, en la actualidad, a sede de oficinas y está muy bien conservada. Un letrero cercano a la estación nos informa de la existencia de lo que denominan como Circuito de Ontaneda. Y es cierto. En el lugar existen varios caminos asfaltados. Uno de ellos, entra por el Parque Alceda de Ontaneda y se acerca al Río Pas que discurre al fondo....Me fijo que lleva poquísima agua....Sigo pedaleando tranquilamente y me detengo ante lo que parece ser un Monumento en honor a la Trucha. Según parece el Río Pas (hoy de capa caída) fue un río muy truchero. Al llegar a un punto, se puede observar que la carretera da la vuelta y, desde San Vicente, nos conduce otra vez a Ontaneda....De ahí, lo del circuito....Decido dar otra vuelta y disfrutar del pedaleo, pues la tarde es magnífica. Finalizada la vuelta al circuito, es fácil darse cuenta por donde discurre la Vía Verde....Unos postes en la carretera nos marcan la ruta a seguir....A mi izquierda dejo una fábrica de madera y lo que parece ser un cementerio. Un poco más hacia delante nos encontraremos con un gran Puente de Hierro, que salva el Río Pas, y, que debemos cruzar.....El puente parece que ha sido salvado del desguace y es el mismo por el que discurría el tren. ¡Impresionante! Al ir a cruzarlo, sin embargo, me llevo una desagradable sorpresa (uno de los contras de esta, por otra parte, impresionante ruta). De frente, se acerca al puente una furgoneta con uno de esos remolques que utilizan para transportar los caballos. ¡Va cruzar el puente! Me detengo y me bajo de la bicicleta para dejarlo pasar. Como el piso del puente está constituido por un entablado de traviesas de madera, el ruido que produce la furgoneta es infernal. El problema es que, a la vuelta, me volveré a topar, otra vez, con la molesta furgoneta. Comprendo entonces que transito por un tramo de la Vía Verde que es utilizada, no solamente por ciclistas y peatones, sino también por los coches. Hay que tener, por tanto, precaución por este tramo....Pero no hay que desaminarse porque las cosas irán, cada vez, a mejor..... Cruzo el puente con cuidado, porque, aunque no reviste peligro, algunos maderos tienen pequeñas fisuras y están algo abombados, lo que hace tambalear algo a la bicicleta. De todos modos, el puente es corto y no reviste ningún problema atravesarlo. Continúo hacia adelante. El piso de la Vía está asfaltado por lo uno puede pedalear a sus anchas. Tampoco hay rastro de coches. De esta forma llego a un cruce con una carretera, con muy poco tráfico, aunque hay que tener precaución al cruzarla ya que, la Vía Verde, sigue por el otro lado de la carretera. Unas flechas, pintadas en la Vía, nos lo indican. Estoy en San Martín de Toranzo. Al llegar a este punto observo algo curioso. Un árbol, situado al lado de la Vía, se encuentra podado y el hueco de la rama está pintada de verde. Letrero muy original que me da la seguridad de que voy por el camino correcto, ya que, no existe ningún otro tipo de señalización. Entro en una zona, de una belleza impresionante. El piso de la Vía incluso mejora. Paso cerca al pueblo de Santiurde (km6) y, un poco má adelante, me encuentro con una de las sorpresas más agradables de esta Vía. A la derecha, nos encontraremos con un impresionante ACUEDUCTO de piedra con el que antiguamente salvaban, para la conducción del agua del Río Pas, los desniveles del terreno. ¡Impresionante! Parada obligatoria. Por esta zona, además, uno se siente grantamente acompañado. Hileras de casitas, insertadas perfectamente en el paisaje, y, situadas a ambos lado de la Vía Verde, nos acompañan. Uno tiene la sensación de que los lugareños aceptan y respetan el deambular de ciclistas y peatones por la zona. Continúo hacia adelante disfrutando del paisaje y del pedaleo tranquilo. Hago una parada, ante una FUENTE, maravillosa, situada al lado mismo de la Vía. Un poco más adelante, a lo lejos, diviso una Torre que me llama la atención. Al llegar a otro cruce, me doy cuenta que he llegado a Soto (km9). La Torre, que divisaba, es, según parece, renacentista y pertenece al Convento de los Franciscanos del Soto. Al pié de la Torre se encuentra la antigüa estación por donde discurría el ferrocarril. Merece la pena hacer una parada en este pueblo. Sigo hacia adelante mi recorrido abandonando, de nuevo por la Vía Verde, la localidad del Soto. Un poco más adelante, recibo un pequeño sobresalto....Parece que la Vía se corta, pues una valla grande de color verde, no me perrmite seguir. Estoy ante un nuevo cruce con una carretera, en este caso, de la Penilla (1). En esta carretera hay mayor circulación de coches....Pero que no cunda el pánico.....Al llegar a la altura de la valla, observo que, al otro lado de la carretera, hay una indicación sobre la ruta que debemos seguir....Además, también, al otro lado de la carretera, existe una acera amplia por la que podemos circular hasta conectar, de nuevo, con la Vía. Sólamente queda cruzar con cuidado hacia esa acera y desembocar de nuevo en la añorada Via Verde el Pas. Entramos, ahora, en otra de los tramos más impresionantes y entrañables de esta Vía. En primer lugar, desemboco en la denominada Area Recreativa de la Pontoneta, situada justo a la orilla del río. Es un día de muchísimo calor. Los coches han accedido al area recreativa, aunque por carreteras distintas a la Vía Verde. Hay mucho gente y mucho bullicio, del que deseo escapar. En el area recreativa existen unos grandes letreros con los Logotipos de las Vías Verdes, algo que no es muy habitual en toda la ruta. Además la propia Vía adquiere como una dimensión superior....El piso está muy bien cuidado; varios postes de hierro y letreros muestran claramente que esta zona está reservada para peatones y ciclistas. Pedaleo por un asfalto rojizo y llego a la ESTACIÓN DE PUENTE VIESGO. La estación está perfectamente conservada. Se puede observar su impresionate marquesina, así como el clásico reloj que existía en la antigüas estaciones del trén....Comienzo a ponerme algo melancólico y, no sé muy bien porque, la cosa irá a más....Observo también la existencia de una antigüa locomotora a la que parece que denominaban como la Reyerta......El lugar es precioso y muy tranquilo....De repente, algo llama mi atención.....Observo, un tanto extrañado, la presencia de varios ancianos, acompañados cariñosamente, por familiares o cuidadores. Unos pasean y otros van en sillas de ruedas. Me entero que todo ello se debe a la presencia de un balneario en la localidad de Puente Viesgo, al que acuden los ancianos en busca de reposo.....Paseo, andando, por la Vía y, al pasar junto a ellos, algunos me saludan amablemente....No sé explicar el por qué, pero, de repente, me entró un bajón tremendo...Decido seguir hacia adelante. Subo a la bicicleta y continúo hacia la localidad de Puente Viesgo....Pero, los fantasmas hacen acto de presencia.....Me recuerdan que ya tento 64 años y que el momento de la auténtica ancianidad (esa que he percibido en la Estación) está cada vez más cercana. No sé tampoco porque razón acude, de repente, a mi mente el recuerdo de la figura de Delibes y la gran depresión que, según parece, tuvo al no poder ya pedalear sobre su querida bicicleta. No quiero ponerme trágico, ni sentimentaloide, pero confieso que comencé a llorar sobre la bicicleta durante unos breves momentos.....Pero, ¡Meigas, fora!.....Los fantasmas hay que alejarlos ya que suelen venir, de vez en cuando, cuando uno circula sólo durante mucho tiempo sobre la bicicleta.....El momento de la auténtica ancianidad (en el caso de que llegue) no ha hecho aún su presencia ante mí...Hay que vivir el presente y éste me permite aún pedalear, a mi ritmo, sobre la bicicleta....Me tranquilizo y, sin darme cuenta, entro en la localidad de Puente Viesgo....A mi izquierda, su Iglesia Neo-románica. A mi derecha, el Gran Hotel, dedicado al negocio de los balnearios.....Un poco más adelante, observo la existencia de un Puente sobre el Río Pas. A la derecha del puente, discurre una vía asfaltada que me atrae....Aunque no está señalizada, intuyo que es la ruta que debo seguir en esta Vía Verde del Pas....Y no me equivoco....Pero, este recorrido lo dejaré para mañana. Desde este mismo lugar partiré, el sabado 1 de octubre, del 2011,para llevar a cabo la 2ª parte de este recorrido: Puente Viesgo-El Astillero.

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