3 oct 2011

Vía Verde del Pas 2 (Puente Viesgo-El Astillero)

Los días 30 de Septiembre y 1 de Octubre del 2011 he llevado a cabo una ruta en bicicleta por la denominada como Vía Verde del Pas. La ruta consta de unos 34 kilómetros y discurre por la antigua vía ferrea que unía a las poblaciones de Ontaneda y El Astillero, pertenecientes a la Comunidad de Cantabria. Ya os adelanto que, a pesar de algunos contras, presentes en la ruta, y, a los cuales haré referencia más adelante, la Vía Verde del Pas es una auténtica maravilla.
El día 3o de Septiembre salgo de Ferrol en dirección a San Vicente de Toranzo, localidad pegadita a Ontaneda. En San Vicente he reservado una habitación en la denominada como Posada del Pas. A todo el que quiera llevar a cabo esta Vía Verde, le recomiento esta Posada, pues la Vía pasa justo por detrás del Hotel y podemos acceder directamente a ella, bajando por un caminito situado detrás del mismo.
Llego a mi destino, despues de un largo viaje, sobre las 4 de la tarde. Hace un día maravilloso. Tengo mis dudas sobre el recorrido. En principio, había decidido hacer la Vía Verde del Pas durante todo el día del Sabado, con ida y vuelta. Serían unos 68 kilómetros. Al final, tomo una opción de la que no me arrepiento. Decido dividir la ruta en dos partes, también con ida y vuelta. La primera parte, la llevaré a cabo en la tarde del mismo viernes, día 30. Decido ir desde Ontaneda hasta Puente Viesgo. Es la parte que he descrito, en otro lugar, como Vía Verde del Pas 1 (Ontaneda-Puente Viesgo). Al día siguiente, 1 de octubre, subiré la bicicleta en mi portabicis Thule y me acercaré en coche hasta Puente Viesgo. Desde allí iniciaré la segunda parte de este maravilloso recorrido, (también con ida y vuelta) que me llevara desde Puente Viesgo a El Astillero. La denominaré como Vía Verde del Pas 2 (Puente Viesgo-El Astillero), y es la que describo en estos momentos.
Paso, por lo tanto, a describir el recorrido de la Segunda Parte de la Vía Verde del Pas (Puente Viesgo-El Astillero).
Sobre las 9,30 de la mañana me encuentro en Puente Viesgo. Hasta aquí he llegado en coche, desde la Posada del Pas, en donde me alojo, transportando la bicicleta en mi portabicis Thule. Tengo claro por donde seguir para continuar la Via Verde del Pas, que había iniciado ayer en Ontaneda. En Puente Viesgo, al lado del puente, que cruza el Pas, existe una pequeña carretera asfaltada que, aunque no tiene señalización precisa, es la que debemos tomar para seguir con el recorrido por la Vía. Subo a la bicicleta y comienzo el pedaleo en una mañana extaordinaria. Unos metros más adelante una sorpresa muy agradable: en medio de la calzada hay unos gruesos postes de hierro que impiden la circulación de los coches. Me siento tranquilo y seguro. Sigo con mi pedaleo. Poco a poco, noto que voy bajando, pues, apenas debo dar pedales. Esto me lleva a pensar que hay que volver; aunque, lo cierto es que los desniveles existentes en las Vías Verdes (exceptuando el Puerto del Piquillo) son totalmente llevaderos..... Al menos en esta Vía Verde, lo son......Paso por debajo de varios pequeños puentes que cruzan la vía y, sin darme apenas cuenta, llego a POMALUENGO. Antes de llegar a esta localidad me llaman la atención unos grandes bloques de piedra que se encuentran colocados en medio de la Vía, con el objetivo que no la atraviesen ni coches, ni motos. ¡Genial! Al llegar a Pomaluengo, me llevo un pequeño sobresalto. Noto que la Vía se interrumpe bruscamente y percibo a mi izquierda la carretera Nº 364. Esta carretera tiene una gran intensidad de tráfico de coches y, sobre todo, de camiones.....Me pongo a la defensiva, y estoy a punto de cometer un grave error. Con la intención de alejarme todo lo más posible de la carretera y los coches, me fijo en una pequeña carreterilla que transcurre por detras del pueblo....Casi decido tomar esa dirección, que lo único que me permitiría sería cruzar el pueblo, por una carretera menos transitada, pero que me alejaría de la Vía Verde.....Menos mal que, al otro lado de la carretera nº 364, observé a un ciclista que parecía circular por una vía parecida a la que, hasta ahora, yo había seguido....Efectivamente....No hay más remedio que cruzar la carretera, y pasar a la Vía Verde que transcurre por el otro lado de la carretera. Es otro de los contras de esta Vía Verde, ya que, además del cruce, no he observado ningún tipo de señalización que te permita orientarte. Despues de cruzar al otro lado de la carretera, me incorporo de nuevo a la Vía, con un piso totalmente confortable. [Sigo el pedaleo tranquilo y, a mi derecha, observo el infierno y los hijos de Belcebú que corren a toda prisa. No es mi intención insultar a nadie, y, además, quiero señalar que yo también paso muchas horas en el infierno, aunque intento ser un hijo de Belcebú que procura respetar las señales.] Un poco más adelante, vuelve a interrumpirse la Vía Verde y me tengo que acercar de nuevo al peligroso infierno, es decir, a la carretera. [Es evidente que este tramo (y el que, más adelante, va de Sarón a Obregón) son los más peligrosos de la ruta y conviene ir con muchísimo cuidado].....Al interrumpirse la Vía, nos toca volver a cruzar la carretera de nuevo. Debemos fijarnos en un letrero que pone LA CUEVA. Muy cerca de ese letrero, haciendo una curva, veremos la ansiada Vía Verde de un color rojizo que pronto llama nuestra intención. Con mucha precaución, ya que los coches van a mucha velocidad, me incorporo a la Vía y sigo con mi tranquilo pedaleo...Al poco tiempo, llego a la PENILLA (2). Y es que hay 2 Penillas en la Vía Verde de Pas....Una la estoy cruzando hoy; la otra, PENILLA (1), la crucé en la ruta que hice ayer.....De este modo, y, siempre por la Vía Verde, cruzo la Penilla (2) y desemboco en un Parque cercano a una Estación de autobuses, en donde la Vía parece desaparecer totalmente. Estoy en SARÓN.
Al llegar a Sarón, tengo la sensación de que me han robado la cartera y de que me ha quedado cara de tonto. Y es que, de repente, la Vía Verde finaliza a la altura de una Estación de autobuses. Uno tiene la impresión de que la primera, ha desaparecido del mapa. Me encuentro en el centro del pueblo, con casas, coches, calles, gente....Parece como si la huella de la antigüa vía del trén hubiera sido arrasada y engullida por las viviendas.....Antes de preguntar, decido dar un paseo en bicicleta por Sarón, con la intención de buscar algún rastro de la Vía Verde....Tengo claro que me tengo que dirigir hacia Obregón y hacia la entrada del Parque de Cabarceno....También sé que, desde Cabarceno, parte la Vía Verde que me llevará hasta Astillero....Pero, de momento, estoy perdido en Sarón.....Observo, también, que el infierno de la 364 divide al pueblo en dos partes. Los coches y camiones no dejan de pasar....Al final, decido preguntar a los vecinos del pueblo de Sarón, que me atendieron con gran amabilidad.....Sobre esta cuestión me gustaría señalar lo siguiente: cuando preguntas a algún vecino (y ésto lo he notado en otros lugares) sobre la "Vía Verde", en principio, suelen quedarse desconcertados...No parecen conocer el nombre, y, tampoco, da la impresión de que les guste mucho el término....Prefieren hablar de "senda peatonal" o "antigüa vía del ferrocarril". Pues bien, lo mismo me ha sucedido con los vecinos de Sarón. Cuando les pregunto por dónde transcurre la Vía Verde que va de Sarón hacia Obregón, se quedan desconcertados.....Sólo reaccionan, positivamente, cuando les hablas de la antigua vía del ferrocarril, muy presente, en el imaginario popular....Pues bien, todos me dicen que la vía antigüa del ferrocarril se encuentra cerca de la estación de autobuses. Lo que sucede es que esa Vía se dirige hacia la Penilla 2 y yo quiero ir en dirección a Obregón.....No hay nada que hacer. Desde Sarón no parte ninguna Vía Verde hacia Obregón.....No tengo más remedio que salir al infierno de la 364 y pedalear entre los hijos de Belcebú. Vuelvo a repetir, que yo soy también un hijo de Belcebú que recorre frecuentemente el infierno. Y lo reconozco. Como reconozco también que, para pedalear en bicicleta, ésta es la parte más amarga del recorrido....Menos mal que entre Sarón y Obregón no existen más de 3 kilómetros.....Confieso que estuve a punto de dar la vuelta, aunque, en el fondo, sabía que eso nunca lo haría.....Me sitúo en el arcén y me pongo a pedalear en dirección a Obregón.....Coches y camiones pasan cerca y a toda velocidad....Observo que hay algunos tramos, hacia mi derecha, que se salen del arcén y que están protegidos por guardarraíles.....En un momento determinado, tomo uno de ellos...Pero es peor el remedio que la enfermedad. Piedras sueltas y, sobre todo, la gravilla casi me derriban al suelo...Vuelvo de nuevo al arcén...Sé que no hay más de 3 kilómetros hasta Obregón, pero también observo que la carretera no es llana, sino con cuestas que se suceden una trás de otra.....Para más inri, el viento da de frente. ¡Qué duro es pedalear por el infierno! De pronto, se abre un horizonte ante mí....No dejo de mirar hacia mi derecha buscando algún poste de madera o alguna señal de Vía Verde...De pronto, veo un camino que cruza un descampado y que desemboca en unos postes de madera, con señales que se parecen a las presentes en los Carril-Bici. Me dirijo hacia allí. Para mi sorpresa, observo, que el camino está asfaltado, en su mayoría, salvo un pequeño tramo. Sigo por el camino asfaltado, ésta vez, en bajada y con bastante desnivel, lo que me recuerda que tendré que subirlo, a la vuelta, en sentido contrario....Pues bien, de este modo inesperado, bajo pedaleando tranquilamente hasta OBREGÓN....En la bajada, me encuentro con otro vecino, con el que me paro a charlar un rato. Me cuenta que recuerda el paso del trén por el mismo lugar en el que nos encontrábamos. También me dice que, en dirección a Sarón, la vía continúa, únicamente, hasta un poco más arriba; pero que no tendré más remedio que salir a la carretera (algo que ya sabía) si quiero llegar hasta Sarón....Me despido del amable vecino y sigo pedaleando hasta llegar a Obregón....Recorro sus calles...Me paro ante lo que parece que fue la antigüa Estación del Trén....Más adelante, hay que dirigirse hacia una empinada rampa, con unos postes de madera, que nos informan que, por allí, únicamente pueden pasar las bicicletas. Me bajo de la bicicleta y subo andando la rampa. De nuevo, camino asfaltado, y, también, de nuevo, la confusión.....Y me explico. Sé que tengo que dirigirme hacia la entrada al Parque de Cabacerno, y pronto descubro el camino a seguir. Pero lo sé no porque haya encontrado información sobre la Vía Verde en esta zona, sino porque me he informado antes. Sucede que, en esta zona, existen varios letreros con rutas para hacer en bicicleta, pero que nada tienen que ver con la Vía Verde del Pas....Tampoco he visto, por ningún lado, paneles de Vía Verde, al modo, por ejemplo, a como existían en Puente Viesgo. Es la ceremonia de la confusión y otro de los contra, de ésta magnífica Vía Verde. La curiosidad, me lleva a probar alguna de esas rutas (antes de dirigirme a la entrada del Parque) y, la verdad, es que no le he visto mucho atractivo....Llego a bajar (despues tuve que subir) hasta un pueblo del que ni me acuerdo de su nombre....
Al final, me dirijo a la entrada del PARQUE DE CABARCENO. A la entrada del Parque, me encuentro con unas banderas que ondean al viento con el nombre de Cabarceno. También existen unos controles parecidos a los existentes en las autopistas. Y es que hay que pagar 20 euros si uno quiere entrar al Parque. Estuve dudando si entrar o no, ya que permiten acceder al Parque en bicicleta. Sin embargo, la larga fila de coches que esperaban para entrar, me desanimó totalmente, algo de lo que no me arrepiento, ya que la parte final de esta Vía Verde del Pas, es decir, la que va desde la entrada del Parque de Cabarceno hasta El Astillero, es un auténtica maravilla.....
La Vía se inicia en el aparcamiento exterior del Parque, junto a la casilla de información del tramo al que denominan como Vía Verde Astillero-Obregón. Comienzo el recorrido, claro está, por camino asfaltado y así recorro unos cuantos kilómetros en suave descenso. Una auténtica gozada. Me acompañan las laderas de Peña Cabarga, en un paisaje impresionante...De este modo, y, casi sin darme cuenta, llego a la antigüa ESTACIÓN DE LA CONCHA.....muy bien cuidada y conservada. A partir de ahora, la vía verde, discurre entre pequeñas casas habitadas. Pedaleo féliz, tranquilo y seguro. Bueno....lo de "seguro" es un decir.....Y paso a describir el porque, ni por estos parajes, puede uno ir seguro y tranquilo.....Como decía anteriormente la ruta discurre tranquilamente entre las casitas situadas a los lados de la Vía.....De pronto, en uno de esos lados, escucho un tremendo chun, chun, chun....Un grupo de chavales escucha, a gran potencia, uno de esos subwofer que colocan en los maleteros de los coches....Aunque no estoy de acuerdo con ellos, pues creo que no están haciendo otra cosa que transportar el infierno al poco paraiso que nos queda, respeto su decisión, ya que, queramos o no, ese es "su" mundo, en estos momentos. Pero lo peor estaba aún por llegar...Sigo hacia adelante, y, un poco más lejos, diviso que viene hacia mí, por el centro de la Vía Verde, con gran estruendo, y, a una gran velocidad, uno de esos Quad de 4 ruedas. Ocupa toda la Vía Verde. Me tengo que bajar de la bicicleta y echarme a un lado. El energúmeno, que no era un hijo de Belcebú, sino un Hijo de la G.P, sigue hacia adelante, sin hacer caso del grito que le lanzo en galego: ¡pero, pa onde carallo vas¡ Me llevo un buen susto, y me doy cuenta que en las Vías Verdes, aunque se pedalea con mucha seguridad, no se puede, bajar completamente la guardia.
Me relajo un poco y continúo hacia adelante. Atravieso un pequeño tunel (que no necesita linterna en absoluto), pero en donde, durante unos pocos metros, desaparece el asfalto. Sigo la ruta y desemboco en la entrada de un bellísimo puente de hierro, sobre el río Solía, ya en Astillero. El color de las aguas del río me recuerdan, por su color rojizo, al de las minas de Riotinto. Me informaré. A lejos, a mi derecha, diviso un precioso puente que cruza hacia Astillerok, pero por el cual no pasa esta Vía Verde....Llego a Astillero, contento y féliz por el trabajo realizado. Por cuestión del destino finalizo la ruta de ida frente al IES de Astillero...Buen lugar para finalizar una trayectoria......
Pero toca volver......Despues de beber (hace mucho calor, pero tampoco agobiane) y comer algo, hago la misma ruta, ésta vez, de vuelta, hacia Puente Viesgo.....Estoy mentalizado, y, podeis creerme, deseoso por hacer el camino de vuelta.....En esos momentos, llevo dentro de mí, un gran cúmulo de sensaciones positivas y de recuerdos (me doy cuenta, ahora, que estoy escribiendo estas palabras, que, en esos momentos, me había olvidado totalmente del energúmeno del Quad) que necesito experimentar de nuevo el camino de vuelta. Además, ahora, ya no haré, apenas, paradas, pues el reportaje fotográfico está finalizado.....
Abandono Astillero y cruzo, de nuevo, el puente metálico....Paso por la Estación de la Concha y llego, de nuevo, a la entrada del Parque de Cabarceno....Desde allí, me dirijo a Obregón. En este caso, bajo, con mucho cuidado, la rampa de Obregón, subido en la bicicleta, y descubro (algo raro en mí) que no me he olvidado del camino que me lleva a enlazar con la Vía en la que hablé con el vecino de este pueblo....En el tramo de Obregón, toca pedalear un poco, pues el desnivel de la Vía corre en mi contra..Más adelante, sé que tengo que salir de nuevo al infierno para poder llegar a Sarón, en donde me despisto, de nuevo, y tengo que preguntar por la estación de autobuses y el parque desde donde sé que enlaza la Vía Verde, que me llevará a Penilla 2 y a la Cueva...Desde la Cueva, siguiendo el camino correcto, llegaré a Pomaluengo....Esta vez ya no tengo dudas sobre donde tengo que cruzar la carretera para conectar con la Vía Verde que me conducirá, en ligera subida, hacia Puente Viesgo. Llego a Puente Viesgo perfectamente, y, en esos momentos, me siento féliz.

3 comentarios:

Anonymous susa ha dicho...

Gracias mil por la buena descripción y las fotos. Haré la VV del Pas 1 y el tramo que comentas desde Cabárceno de la VV del Pas 2. En la web oficial de las vias verdes todos los comentarios hablan fatal de esta ruta, gracias por ayudarme a planificarme y quitarme la duda de si hacerla o no. Debo confesar que también me he reído un poco con los encuentros con los infiernícolas jeje

29 de marzo de 2013, 21:06  
Blogger Jesus. ha dicho...

MUY BUENA LITERATURA...PERO SOBRAN COMAS.

24 de mayo de 2013, 2:22  
Blogger blancogo ha dicho...

Me a encantado, soy Cantabro y tengo pendiente hacer esta ruta.

20 de octubre de 2013, 1:55  

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